El Síndrome del Miembro Fantasma

Javier Molowny
11 de Marzo 2013
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Categoría:
Arquitectura
El Síndrome del Miembro Fantasma

El Síndrome del Miembro Fantasma es común en las personas que han sufrido alguna amputación.

Las personas que pierden una extremidad o parte del cuerpo, como las orejas y las falanges, pueden experimentar la sensación de que tiene esa zona que se les amputó e incluso sentir dolor, durando horas o incluso años. Hasta un 75% de las personas que sufren una amputación experimenta esta sensación. Es el llamado Síndrome del Miembro Fantasma.

Las amputaciones, como todos sabemos, pueden ser de diversos tipos, físicas y psicológicas, y pueden presentarse en cualquiera de las fases del proceso de proyecto.

Una de las más habituales amputaciones es la que se presenta vinculada a los concursos de arquitectura. Esta es una de las más dramáticas, puesto que el Síndrome del Miembro Fantasma se presenta con mayor intensidad. Me refiero a esos concursos, generalmente de ideas, cuyo premio consiste en el encargo del proyecto. 

El proyecto ganador del concurso, en muchas ocasiones y desde luego en más de las deseadas, se queda en eso simplemente, en proyecto, sin llegar a materializarse. 

Como bien explica el Dr. Álvaro Lomelí Cuevas, subdirector de Medicina de Rehabilitación del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), existe un fenómeno que puede o no acompañar a la sensación del miembro fantasma, que es el dolor por el miembro fantasma. 

El dolor por miembro fantasma es una alteración totalmente anormal y desagradable porque en la extremidad que ya no existe el paciente siente malestar. Menos de 10% de las personas amputadas padece ese estado y es más común en quien tuvo mayor sufrimiento previo a la pérdida del miembro.

De este modo, el arquitecto ganador del concurso, se imagina la existencia de ese proyecto en ese lugar determinado siempre que pasa por delante, sintiendo dolor, ardor o cosquillas. 

Por esta razón, no es muy aconsejable presentarse a muchos concursos, sino seleccionar bien antes de hacerlo, porque contar con muchos miembros fantasma puede llevarnos a creer que vivimos en Las Ciudades Invisibles que describía Italo Calvino en su libro.

Son dos estados diferentes, siendo el primero simplemente la sensación de la presencia material y el segundo se experimenta cuando viene acompañado de dolor, considerándose ya una enfermedad.

Caso aparte, se presenta cuando se sustituye el proyecto ganador del concurso por una prótesis, es decir, algo parecido que sustituye al original. En este sentido, el miembro fantasma sin dolor ayuda a la rehabilitación protésica porque la sensación de su antiguo miembro hace que reconozca a la prótesis como propia. En cambio cuando hay dolor, la prótesis puede aumentar los síntomas.

En la actualidad, y más que en otras ocasiones, se atiende en los centros especializados a numerosos pacientes amputados adultos, algunos con presencia de Síndrome de Miembro Fantasma con dolor, aunque se piensa que sus casos se resolvieron con tratamientos convencionales con analgésicos y electroterapia.